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Buenos días.
He estado unos días desaparecida porque no conseguía entonarme ni física ni emocionalmente. No es por nada en concreto, sólo un cúmulo de pequeñas cosas, que van sumando.
Tras estar en el pueblo unos días maravillosos de paz y calma, aparecieron algunos familiares y me transmitieron mucho estrés, cambiando todo de golpe. En el pueblo la comida era muy repetitiva: judías verdes, ensalada, panceta y muchos dulces, básicamente. A veces comía sin hambre, otras picaba dulce varias veces entre horas... Echaba de menos la variedad que suelo poner en mis platos. Volví con el cuerpo raro, sin apetito...
Para colmo, al volver me encontré un bofetón de calor. Pasamos de los 25 a los 35 grados dentro de casa, y me costó adaptarme otra vez, notaba que mi cuerpo no funcionaba del todo bien. Además la presión de recoger las maletas, lavar la ropa, la casa, las comidas, la compra... y me faltaban las fuerzas, pero sobre todo la motivación.
Luego la boda, dos días en una parcela enorme con piscina. Todo era muy bonito y cuidado, había buenos amigos y buen ambiente. Pensé que me serviría para recuperarme, pero me equivoqué. Otra vez barbacoa, lo que llevaba comiendo toda la semana. Se me había cerrado el estómago y no pude comer casi. Al día siguiente ocurrió igual. Volví a casa agotada y sin poder sentir apetito de un modo normal. Abría el frigorífico y no me apetecía nada, incluso sentía rechazo por algunas cosas.
Además ayer fue un día muy tenso emocionalmente. Mis hijos estaban discutiendo mucho, yo sin paciencia ni fuerzas y encontrándome mal, y sola. Estábamos con un nivel de estrés tremendo y terminamos discutiendo y llorando los tres. Puede ser que acostumbrados en el pueblo a estar todo el día con las bicis, jugando al frontón, en el río, y en la boda dentro de la piscina y corriendo con otros niños con pistolas de agua, para luego verse de repente encerrados en el salón toda la tarde por el calor, sea la causa. Pero la situación sirvió para aclarar algunas cosas con mi marido que hacía tiempo que estaban pendientes de ser puestas sobre la mesa. Mis hijos y yo hablamos con él abiertamente, y le dijimos que necesitábamos pasar más tiempo con él. Generalmente llega de trabajar y se pone con el móvil en el patio hasta que se acuesta. Vio la gravedad del asunto y hablamos de todo ello, soltando muchas tensiones, algunas ya encalladas. Todo se solucionó, hablamos con calma y, todo aclarado, vimos juntos una película, toda una novedad.
Parece que hoy las cosas son mejores. 😊
Hoy, algo más motivada, intentaré hacer una comida atractiva para volver a sentir apetito. Lo conseguiré. 💪
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